Una de las excusas que buscaron los demócratas para la derrota de Hillary Clinton en 2016 fue que una supuesta epidemia de \”noticias falsas\” (o fake news) contra ella propagadas, no se rían, desde servidores en Macedonia, habría llevado a un número suficiente de personas a votar por Trump en estados clave, dándole la victoria. El papel que este tipo de información haya podido tener en cambiar de signo un solo voto es discutible, porque su escasa credibilidad suele derivar en incredulidad salvo en los ya convencidos. Pero eso no significa que aquella patética excusa no haya traído cola.
Cuando el hoy presidente de Estados Unidos le dio la vuelta para llamar fake news a los grandes medios de izquierda, que son prácticamente todos también allí, la excusa fue abandonada. Pero no sin consecuencias. Los grandes de Silicon Valley han sido presionados para identificar de algún modo las noticias falsas y expulsarlas de su plataforma, y éstos se han dejado presionar sin oponer mucha resistencia. Así que, durante los últimos años, han empezado a colaborar con servicios de fact-checking como Snopes para etiquetar enlaces a noticias o vídeos de YouTube con las supuestas \”versiones correctas\” de la información. El problema es que muchos de los servicios con los que colaboran, aunque son útiles para marcar como tales los bulos más obvios, están lejos de ser objetivos y muchas veces el etiquetado de algo como falso es más que discutible.
Este potencial problema para la libertad de expresión y la veracidad de la información ha quedado claro ahora que Facebook ha traído a España su programa de verificación, en el que colaborarán tres organizaciones externas: AFP, Newtral y Maldita.es. Mientras que la primera es la oficina española de una agencia internacional, sin demasiada historia propia aún en nuestro país como para evaluarla, las dos segundas llevan más tiempo operando por su cuenta. Ambas han nacido al calor de la cadena de televisión de extrema izquierda La Sexta, lo cual debería hacernos sospechar, de primeras, de su neutralidad. Pero aunque Maldita intenta ser realmente objetivo en sus análisis –otra cosa es su elección sesgada de los temas que analiza, que parecen centrarse en desmentir bulos casi exclusivamente \”de derechas\”–, lo de Newtral es otro asunto completamente distinto. Este medio, propiedad de Ana Pastor, se dio a conocer mediante su cuenta de Twitter, y desde el principio se vio que su relación con la verdad era complicada. Así, por ejemplo, durante el debate de las elecciones andaluzas, aseguró que el hoy presidente de la Comunidad, Juanma Moreno, había mentido en el debate:
.@JuanMa_Moreno ha señalado que las buenas etapas para el empleo en Andalucía coinciden con gobiernos del PP a escala nacional. El propio gráfico que enseña indica que la afirmación es FALSA. El paro descendió en Andalucía durante la primera etapa de Zapatero #DebateAndalucíaRTVE pic.twitter.com/VBOYkvMguA
— Newtral (@Newtral)
Un vistazo al gráfico permite ver que la interpretación de Newtral no puede ser más sesgada. Cuando se mira el periodo completo de Zapatero el paro aumentó. Pero esta ha sido la marca de fábrica de la \”objetividad\” de la empresa de Ana Pastor. Buscar cualquier forma de negar la realidad si hacerlo beneficia a alguna causa de la izquierda. Lo hemos estado viendo estos días. En un tuit borrado decía que era falso que la denuncia de una mujer pudiera bastar para llevar a un hombre \”varios días\” porque la ley limita el plazo a 72 horas. Sí, han leído bien. Para Newtral 3 días no son \”varios días\” si perjudica a la causa.
Ojo al jeta check de Newtral, que en los hilos de fake news sobre maltrato se supera, y es capaz de decir que 72 horas no equivalen a varios días pic.twitter.com/khRD0Yjdk6
— Lupesb @Proserpina_sb)
Ni siquiera los análisis más extensos que reservan para su página web se libran de este defecto. El conocido tuitero Bou es autor de una revisión en profundidad de un estudio del CGPJ que muestra cómo el número de denuncias falsas es considerablemente superior a la ínfima cifra de aquellas que se investigan como tales y terminan en condenas. La pieza de Newtral que lo calificó de bulo no sólo falsea lo que se dice en el artículo, sino que ni siquiera es capaz de mantener la coherencia interna:
Facebook ha fichado a @Newtral y @maldita_es:https://t.co/ySn5MbKgix
Esto significa (por ejemplo) que los artículos que cuestionen el 0,01% de denuncias falsas aparecerán al fondo del feed, marcados como bulo, y las páginas que los compartan recibirán una sanción. pic.twitter.com/6vIkHLYH8u
— bou@mastodon.elsacodelcoco.net (@elsacodelcoco)
Los trabajadores de Newtral ni siquiera se molestan en esconder su ideología y falta de neutralidad a la hora de hacer su trabajo. Esta misma semana, uno de ellos respondía así a Francisco Serrano, líder en Andalucía de Vox:
Trabajo en @Newtral y, si le incomoda a usted, significa que estoy en el sitio adecuado. No le quitaremos ojo. a href=\”https://t.co/vPbkcntC2m\”>pic.twitter.com/vPbkcntC2m
— Alejandro Olvera (@alej_olvera)
Siendo así es natural que las noticias que elijan para desmentir tengan un sesgo partidista tan claro, como ha denunciado Pablo Haro:
Lo mismo pero en porcentaje pic.twitter.com/apKTSKzUsC
— Pablo Haro Urquízar @pabloharour)
¿Cuáles serán las consecuencias del poder que Facebook ha otorgado a la empresa de Ana Pastor? \”Cuando un verificador califica una historia como falsa, se mostrará más abajo en la sección de noticias, lo que reduce su distribución. Esto detiene la propagación de bulos y limita el número de personas que lo ven. Reducimos la distribución de páginas y dominios que compartan noticias falsas de manera reiterada y eliminamos su capacidad de publicar anuncios. Así ayudamos a reducir la difusión de noticias falsas con una motivación económica. Nuestra experiencia muestra que, una vez que una historia es calificada como falsa, somos capaces de reducir su distribución en un 80%\”, asegura la compañía en un comunicado. De modo que la periodista de La Sexta tendrá esencialmente la capacidad de hacer desaparecer de la red social cualquier cosa que no le guste, al margen de su veracidad, algo que ya se ha demostrado secundario para Newtral. Puede incluso hacerlo con todas las noticias de algunos medios, que observando su sesgo no serán ni El Diario ni Público precisamente.
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